Enamorar es un proceso largo, no todo el mundo se enamora a primera vista y aunque así sea deberemos conocer a fondo a la otra persona para reafirmar nuestros sentimientos a medida que vayamos conociendo más detalles sobre su personalidad.
Cuando nos gusta un hombre tendemos a buscarle siempre que podemos, para tenerle cerca. Vamos, le hablamos, le decimos lo primero que se nos pasa por la cabeza. Posamos ante él, nos vestimos y perfumamos para que nos vea y tratamos de ser lo más simpáticas con él, lucir lo mejor posible…
Ellos se dan cuenta, del mismo modo que tú te das cuenta cuando un chico trata de seducirte o de que te fijes en él. Pero si hemos hecho esto una temporada y no nos ha hecho caso es el momento de tratar de enamorar a un hombre ignorándolo.
No te ha pasado nunca que cuando el chico que te ha perseguido durante mucho tiempo empieza a salir con otra chica le echas de menos y le ves virtudes que no conocías. Te gustaba tenerle cerca, pero como era algo seguro no intentaste mantenerle. El día que deja de hacerte caso es cuando te das cuenta de que te importa más de lo que pensabas.
Eso es la psicología inversa. Alguien consigue que hagas o sientas algo que no quieres hacer pidiéndole justo lo contrario. Funciona muy bien con los niños que pasan fases de hacer justo lo contrario de lo que les pides por lo que si no quieres que hagan algo pídeles que lo hagan.
Con los hombres, o el amor en general, funciona exactamente igual. Solo tienes que darle lo contrario a lo que le estás dando hasta ahora para que empiece a echar de menos lo que tenía. Si te tenía a sus pies y de repente ya no te tiene será el el que trate de que vuelvas a seguirle como un perrito, y vendrá él a buscarte, convertido, sin darse cuenta, en ese perrito.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡?
EliminarBuena Tu Presentación
ResponderEliminarGRACIAS.
ResponderEliminar